Centro de Asma y Enfermedades Respiratorias del Niño

Más de 40 millones de personas en los Estados Unidos sufren de alergias en interiores todo el año. Sus síntomas son causados por partículas aéreas llamadas alérgenos. Entre los alérgenos en interiores están las partículas de acáridos del polvo, esporas del moho, animales domésticos y cucarachas.

Las alergias pueden dar lugar a otras condiciones crónicas como el asma, o la rinitis alérgica perenne; por lo tanto, no se deben tomar a la ligera. Cuando usted averigua lo que provoca sus alergias en interiores, puede tomar medidas para reducir el problema.

El polvo en la casa está compuesto de partículas de material vegetal y animal. Esta mezcla nos resulta desagradable, pero unas criaturas microscópicas llamadas acáridos del polvo crecen en ella. Los excrementos de estos acáridos son la causa más común de la alergia perenne y síntomas de asma.

Elimine el amontonamiento en la casa. El amontonamiento es cualquier cosa que recoja polvo, como montones de animales de peluche o de libros, chucherías y artículos de colección. Deje que sus niños tengan algunos objetos en su dormitorio, pero guarde el resto en un armario del pasillo para que no recojan polvo.
Las alfombras también recogen polvo. La madera, la losa y el linóleo son mejores para las personas que padecen de alergia. También se pueden usar alfombras lavables, siempre que se laven periódicamente con agua caliente o mediante limpieza en seco.
Coloque los colchones y las almohadas dentro de fundas especiales de plástico antialérgicas o “no alergénicas”. Los estudios indican que esas fundas son eficaces, y están a la venta en muchas tiendas en todo el país.
Lave las mantas, las sábanas y las fundas de las almohadas en agua a 60 grados y séquelas con una secadora caliente una vez a la semana.

El moho está formado por hongos microscópicos parientes de las setas, pero sin tallos, raíces u hojas. Sus esporas flotan en el aire como el polen, y en muchos estados está presente todo el año. El moho también se puede hallar bajo techo en desvanes, sótanos, baños, refrigeradores y otras áreas donde se almacenen alimentos, contenedores de basura, alfombras y tapices.

Limpie las superficies donde haya moho, como las esquinas de las duchas o debajo del lavamanos. Use una solución limpiadora con un 5% de lejía y una pequeña cantidad de detergente.
Evite las alfombras en los baños o en los sótanos, y elimine cualquier alfombra que tenga moho. Use un deshumedecedor y mantenga el nivel de humedad en la casa por debajo del 50%.
No trate de sacar los alérgenos de la casa abriendo puertas y ventanas y dejando que el aire se los lleve, ya que eso puede permitir la entrada de alérgenos de exteriores como el polen y las esporas de moho. En vez de abrir las ventanas y las puertas, use el aire acondicionado para limpiar, recircular y deshumedecer el aire en la casa. Puede usar filtros de aire en el interior de la casa, muchos de los cuales se pueden utilizar conjuntamente con sistemas de circulación forzada y de calefacción ya instalados.

Animales domésticos
Las personas no son alérgicas al pelo de los animales, sino más bien a una proteína que se halla en la saliva, en la caspa (escamas de piel muerta) o en la orina de los animales con pelo. Estas proteínas son transportadas por el aire en partículas muy pequeñas e invisibles y pueden causar síntomas de alergia.

No deje entrar a los animales en el dormitorio o en otras habitaciones donde las personas que padecen de alergia pasan mucho tiempo, para limitar su contacto con la caspa de los animales.
Lávese las manos después de tocar a un animal.

Cucarachas
La mayoría de las cucarachas viven en climas cálidos y tropicales, pero algunas especies habitan en oficinas y en viviendas de seres humanos. Una proteína que se halla en sus excrementos es una causa importante de alergia y síntomas de asma.

Barra o limpie el suelo con aspiradora después de las comidas, y saque la basura y los artículos reciclables con frecuencia. Las personas que padecen de alergia deben usar una aspiradora con un filtro de HEPA (recogedor de partículas de alta eficiencia) o una bolsa doble, ya que usar una aspiradora corriente o con filtro de agua agita el polvo y lo lanza al aire. Las personas alérgicas también deben usar máscaras contra el polvo.
Guarde los alimentos en envases con tapas herméticas, y lave los platos inmediatamente después de usarlos en agua caliente y jabonosa.
Limpie bien debajo de la cocina, el refrigerador o la tostadora, donde se pueden acumular migajas. Limpie la superficie de la cocina y otras superficies y alacenas en la cocina con frecuencia.
Repare goteras que puedan dejar humedad en ciertas superficies, que pueden criar moho o atraer cucarachas.
Bloquee los puntos por donde las cucarachas pueden entrar en la casa, como grietas, rajaduras en las paredes, ventanas, maderajes o aberturas en el suelo, sótanos y puertas y drenajes exteriores.

Cambiar el ambiente interior puede tomar un tiempo. Para empezar, puede hacer una lista de prioridades y considerar la realización de una “limpieza de otoño”, más o menos como una “limpieza de primavera”. Las medidas de control ambiental en interiores deben concentrarse en los sitios donde se acumulan los alérgenos. Los cambios progresivos producirán un ambiente interior menos alergénico, más fácil de limpiar y más saludable para toda la familia.

Visite a un alergista/inmunólogo para más detalles sobre opciones de tratamiento y recomendaciones para reducir su contacto con los alérgenos. Un alergista/inmunólogo es el profesional médico más calificado para administrar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las alergias y el asma.

Las medidas de control ambiental difieren si se trata de acáridos del polvo, alérgenos animales, cucarachas y moho. Para aliviar sus síntomas, su alergista/inmunólogo también puede recetar medicamentos apropiados, como antihistamínicos, descongestionantes o medicamentos contra el asma y terapia de vacunas antialérgicas. La inmunoterapia alergénica tiene éxito hasta en el 90% de los pacientes con rinitis alérgica estacional, y en el 70% o el 80% de pacientes con alergias durante todo el año.